domingo, 22 de junio de 2008

ESTRESANTE RELAX

El otro día estaba plácidamente tumbada en el Retiro con mi infinito a migo Erik, en un inusual día de no querer hacer nada, cuando empezamos a retratar cosas sin sentido, conversaciones que no nos llevan a ninguna parte y recordando anécdotas que seguramente nunca sucedieron, entonces caímos en la cuenta: estábamos aburridos. Así que rápidamente nos pusimos manos a la obra para abandonar esa extraña y a veces angustiosa sensación de... ¿relax? El aburrimiento cuando lo eliges, es de las mejores terapias de relajación, cuando lo eliges.

Aquello solo fue un anticipo de lo que nos espera este verano, horas y horas sin hacer absolutamente nada, dejando la mente en blanco...pero, yo me pregunto ¿de verdad podemos los que vivimos en ciudades grandes dejar la mente en blanco más de 24 horas seguidas?
Nos gusta escaparnos para relajarnos de vez en cuando a un "Retiro" y olvidarnos de lo que dejamos en la ciudad, pero ¿durante cuánto tiempo? pasadas las horas estamos deseando volver para estresarnos de nuevo, porque también nos gustan las aglomeraciones, ir con prisa, los empujones en el metro, el tráfico, el sonido de las ambulancias, etc.

Sería incomprensible entonces preguntarnos por qué no nos va a gustar ir a las rebajas los primeros, ¿para pelearnos con las señoras y gritar: "yo lo vi primero"? ¡Pues sí! ¡eso nos encanta! y quedar para tomar café en el bar donde más puedes cotillear, a ser posible con terraza en verano y un gran ventanal en invierno para poder hablar de todo el que pasea y con quién pasea.
Esperemos encontrar entonces algo con lo que ocupar nuestras mentes y rellenar las agendas con citas y reuniones, muchas veces inventadas o forzadas, para recordarnos a la ciudad y no tener morriña de ella.
Una vez que nos vamos de vacaciones tenemos fijada la vuelta, no vaya a ser que nos tengamos que quedar un día más del que nos podemos permitir para relajar y aburrir nuestra mente, porque en el fondo, no sabríamos vivir en otro sitio ni de otra manera.